Qué “idea” de docente premia el Global Teacher Prize
Octubre 24, 2017Interculturalidad, género y justicia educativa
Enero 3, 2018Ante la aprobación en la Comisión de Educación del Senado en la materia de ”derecho de arriendo indefinido”, contenido en la nueva Ley de Inclusión, la cual hace referencia a los sostenedores de colegios particulares subvencionados transformados en personas jurídicas sin fines de lucro, reiteramos nuestro profundo rechazo a dicha legislación, la cual ha devenido en una herramienta más de consolidación del “paradigma de mercado” que los gobiernos post dictatoriales han buscado instalar en el sistema educativo de nuestro país, ya que no solo no reconoce la educación como un derecho social sino más bien asume y permite que la educación se desarrolle como un rentable emprendimiento, lo cual ha terminado por socavar en definitiva a la educación pública chilena. Esta modificación además pone al descubierto el estrecho acuerdo que el Ejecutivo, el Parlamento y el empresariado educativo han estado llevando a cabo para consolidar lo que llamamos la “Contrarrevolución Educativa”, y que se suma a otras prerrogativas tales como la extensión de plazos dadas por el gobierno que buscaba con ello dar “mayor tranquilidad” a los dueños de colegios en este traspaso; fruto, sin lugar a dudas, de las presiones ejercidas por la Corporación Nacional de Colegios Particulares Subvencionados.
Denunciamos nuevamente que esta Ley propuesta “como la mejor forma de acabar con el lucro en educación”, no representa en lo más mínimo este ansiado anhelo, y por el cual se ha movilizado durante años el movimiento social en su conjunto, sino todo lo contrario, pues no apunta al corazón del problema: el sistema de subvenciones y la libertad de educación (entendida como la posibilidad de desarrollar “emprendimientos” educativos, ahora íntegramente financiados por el Estado).
Debemos recordar, que a más de un año de la entrada en vigencia de esta ley, hemos sido testigos de los diferentes reglamentos y ordenanzas ministeriales que han flexibilizado y matizado su contenido, particularmente en lo respectivo a los plazos, dados a los Sostenedores, para ratificar su decisión de transformarse en corporaciones o fundaciones sin fines de lucro o establecimientos privados. Estas situaciones han dado pie a las más diversas estrategias, desplegadas por los sostenedores actuales de colegios particulares subvencionados al interior de sus instituciones, para amedrentar con ellas tanto a trabajadores como a apoderados y estudiantes, describiendo escenarios apocalípticos e instalando el miedo a denunciar las malas prácticas y abusos bajo el temor de perder el puesto de trabajo o la matrícula de estudio, sin profundizar en las incertidumbres que aún tenemos, como trabajadores organizados, sobre los procesos de negociación colectiva que nuestros sindicatos llevan o llevarán a cabo.
Ante lo anteriormente expuesto es que rechazamos categóricamente las últimas modificaciones impulsadas por los Parlamentarios de la Comisión de Educación del Senado, y que fueron publicadas por los medios de prensa. Puntualmente aquellas que apuntan a “la posibilidad de que los sostenedores arrienden indefinidamente los establecimientos”, validando así una de las claves para la existencia del lucro: el funcionamiento de las inmobiliarias y sociedades anónimas relacionadas al mismo sostenedor u otro privado. Arriendo que sería muy probablemente costeado con la subvención escolar, es decir, haciendo uso de fondos estatales. Así mismo repudiamos la postura del ejecutivo, representado en la Ministra de Educación Adriana Delpiano, quien ha indicado que el traspaso de los colegios subvencionado a particulares se hará en forma paulatina, lo cual significa, que aun decidiendo no adscribirse a la gratuidad, seguirán percibiendo la subvención escolar, mientras dure este proceso, en otra expresión más del acomodo político – empresarial puesto al servicio de quienes utilizan la educación de nuestros niños y niñas como un lucrativo nicho de negocio.
Creemos firmemente que el tiempo nos ha dado la razón acerca de la falsedad de esta reforma, del engaño al pueblo de Chile, pues las falsas promesas de una mayor “inclusión” y “gratuidad sin discriminación”, son cada vez más evidentes. Por esto exhortamos a los trabajadores y trabajadoras de la educación, apoderados y estudiantes a estar alerta, a fortalecer sus sindicatos, centros de padres y madres, centros de estudiantes y por sobre todo a la unidad entre organizaciones, para trazar horizontes comunes, pensar en la educación que nuestro país merece y luchar con fuerza contra la mercantilización de nuestros derechos fundamentales. En definitiva, a velar por los nuestros, por los intereses de la clase trabajadora y nuestras familias, pues no hay duda de que la clase política y empresarial seguirá velando por sus propios intereses a nuestras espaldas.
¡Por una verdadera Educación Pública!
FESITED (Federación de Sindicatos de Trabajadores de la Educación)
FENATED (Federación Nacional De Trabajadores de la Educación)
MUD (Movimiento por la Unidad Docente)