¿Invisibilización o inadaptación de la escuela rural chilena?

Por Leslie Tapia Vega.

Trabajadora de la Educación Rural en Combarbalá, Norte de Chile.

En la actualidad, en Chile existen 3.524 escuelas ubicadas en zonas rurales y alrededor de 1.912 escuelas básicas rurales unidocentes que funcionan con aula multigrado[1]. Hasta el año 2016 eran cerca de 26.285 docentes que se desempeñaban en escuelas rurales, de los cuales un 23% correspondería a docentes que ejercían su labor en escuelas rurales unidocentes[2]

Desde mi experiencia profesional de apoyo, orientación y acompañamiento a escuelas rurales, he logrado observar y analizar una serie de fenómenos que subyacen a las dinámicas que se desarrollan al interior de aquellas escuelas. En primer lugar, el sistema de financiamiento para las escuelas de aula multigrado (tridocente, bidocente y unidocente), es la misma que para aquellas que cuentan con una matrícula superior a 50 estudiantes, es decir, a través de la subvención por asistencia, lo cual ya plantea inequidad en el ingreso de recursos respecto a aquellos establecimientos que cuentan con elevada matrícula. Si bien es cierto la Ley de Subvención Escolar Preferencial, trajo consigo mayor aporte económico a las escuelas, aún teniendo en cuenta aquellos aportes, no ha sido lo suficiente para equiparar las desventajas con las cuales se sustentan las escuelas rurales en la actualidad. Aquellas desventajas apuntan a no considerar las variables propias de las escuelas rurales como lo es, la lejanía, la nula o escasa conectividad a internet, y la limitación de no contar con apoyo profesional especializado.

En segundo lugar, desde el relato de muchos docentes, se ha planteado que el MECE Rural (1992) tuvo una recepción positiva, ello a raíz de ser considerado como un programa de apoyo específico a las escuelas rurales, desde una línea focalizada de desarrollo profesional docente. No obstante, en la actualidad es posible evidenciar que no se han levantado nuevas propuestas que permitan dar cuenta de esfuerzos de la política educativa en pos de la educación rural. Ambos planteamientos ya señalados dan cuenta de la invisibilización de la escuela rural multigrado en Chile, aún teniendo en cuenta el rol que cumple la escuela y el docente rural en aquellos contextos apartados. Desde la experiencia narrada desde docentes rurales del territorio en el cual me desempeño, emerge sin duda la idea de docentes rurales multifuncionales, quienes cumplen roles de educadores, agentes sociales, labores de contención, orientación, y de gestión educacional. Lo anterior, permite vislumbrar, tal vez superficialmente, la relevancia de las escuelas rurales y sus agentes, donde se plantea la idea de la escuela rural como una institución que, a su vez, permite el fortalecimiento y desarrollo de las diferentes comunidades rurales.

Respecto al panorama actual, donde muchos estudiantes se encuentran en sus hogares, y donde se ofrece la posibilidad de trabajar de forma online, es preciso mencionar que existen otros estudiantes que no cuentan con aquella oportunidad. Precisamente son los territorios más apartados los cuales se han visto enfrentados a generar estrategias frente a la escasa o nula conectividad a internet. Es complejo generar políticas educativas especificas para cada sector, pero aún más complejo es adaptar políticas estandarizadas a sectores que aún en la actualidad cuentan con una realidad sociocultural diferente a la que se desarrolla en contextos urbanizados. Frente a lo ya expuesto se podría leer entre línea la idea de una escuela rural invisibilizada u olvidada o, la idea de una escuela rural que no logra adaptarse a los cambios de una sociedad globalizada.

[1] Agencia de la Calidad de la Educación. 2019

[2] Elige Educar. 2016

Además te invitamos a descargar el siguiente documento para seguir profundizado en la realidad del contexto de educación rural, escrito por su autora Leslie Tapia Vega ¿Cuál es el rol de los Microcentros Rurales en los procesos de mejora escolar?